Hoy en día la energía eólica es una de las fuentes de energía renovable mas utilizada y que mayor desarrollo técnico ha logrado durante las últimas décadas. La primera y más inmediata forma de aprovechamiento de la energía eólica fue la aplicada a la navegación, ya en el IV ó V milenio antes de J.C.
Persia, Irak, Egipto y China disponían muchos siglos antes de J.C., de máquinas eólicas. Se trataban de primitivas máquinas de rotor vertical con varias palas de madera o caña.
Los molinos de viento se utilizaron en Europa en la Edad Media, comenzando a extenderse por Grecia, Italia y Francia. En 1724 Leopold Jacob proyecta un molino de ocho palas que mueve una bomba de pistón. Más de cien años después, en 1883 aparece el pequeño multipala americano diseñado por Steward Perry. Este molino, de unos 3 metros de diámetro, ha sido el más vendido de la historia, y fue el precursor de los actuales aerogeneradores.
En el año 1910 Dinamarca tenía instalada una potencia eólica de 200 MW. Pocos años después, en los años 20, ya se empiezan a aplicar a los rotores eólicos los perfiles aerodinámicos que se habían diseñado para las alas y hélices de los aviones. En 1927, el holandés A.J. Dekker construye el primer rotor provisto de palas con sección aerodinámica, capaz de alcanzar velocidades en punta de pala, cuatro o cinco veces superiores la del viento incidente. Sin embargo, esto nuevos rotores debían funcionar con elevadas velocidades de rotación para conseguir un buen rendimiento, pero también se demostró que cuanto mayor era la velocidad de rotación menor importancia tenía el número de palas.
Estos avances permitieron que el número de aerogeneradores instalados a finales de 1991 fuera superior a los 21.000, según datos de la Agencia Internacional de la Energía, con un total de potencia de 2.200 MW, equivalente a dos centrales nucleares de gran potencia, y de los cuales la mitad estaban instalados en los parques eólicos de California.
En cuanto al tipo de máquinas de mayor interés, los resultados obtenidos de las numerosas experiencias realizadas permitieron concretar el campo de trabajo en dos modelos: las turbinas de eje horizontal de dos o tres palas y, en menor medida, las turbinas Darrieux de eje vertical.
Las potencias medias de los aerogeneradores instalados entre 1990 y 1991 era de 225 kW; en los últimos años se han podido construir aerogeneradores con potencias mayores, que aumentan la fiabilidad de las máquinas y reducen sus costes, convergiendo hacia una nueva generación de aeroturbinas de 500 kW a 1,2 MW, lo que demuestra el alto grado de madurez alcanzado por esta tecnología.