Sabios de todo el mundo están buscando la fórmula para almacenar mucha energía en poco espacio. Sin duda, el almacenamiento de la energía para poder utilizarla en los momentos de escasa generación es el gran reto de nuestros días, además de ser la clave para poder cumplir los objetivos de sostenibilidad energética marcados por los gobiernos.
La física nos enseña que la electricidad es, en esencia, electrones en movimiento y si se intenta almacenar se detienen dejando de ser electricidad. Es decir para almacenarla hay que transformarla en energía mecánica, química o electromagnética.
Estos tres tipos de energía nos llevan a analizar sistemas distintos de almacenamiento: sistemas de bombeo de agua, sistemas de comprensión de aire, volantes de inercia, almacenamiento de energía magnética por superconducción, supercondensadores, sistemas de almacenamiento químico que comprenden principalmente el hidrógeno como vector energético fundamental.
Y quizás sea este último el que más se adapte a la necesidad de almacenamiento en poco espacio, ya que se podría almacenar energía produciendo hidrógeno mediante eléctrolisis del agua y guardarlo para luego generar electricidad mediante celdas de combustible.
El almacenamiento eléctrico aportará valor en todos y cada uno de los procesos de suministro de electricidad y desde Premium Energía seguimos el avance de las tecnologías para garantizar a nuestros clientes una mejor calidad del suministro eléctrico y gestionar y optimizar los picos de consumos.